Es
importante escuchar el cuento en un momento en el que se esté tranquilo/a, bien
viendo las imágenes o sólo escuchándolo.
https://www.youtube.com/watch?v=dq7JzUYTw9s
(Si no funciona el hipervínculo, podéis copiar la dirección y pegarla en YouTube)).
Cuando se ha terminado, se pueden realizar
preguntas para ver si se ha entendido el cuento como por ejemplo las
siguientes:
¿Qué
crees que ha aprendido la mosca con lo que le ha ocurrido? - ¿Cómo crees que sentía la mosca cuando sólo veía las “cacas” del jardín? ¿Y la abeja con el
polen?...
Es importante que el padre o la madre
participen tanto en la historia como en los ejercicios posteriores para que
sirva de ejemplo a sus hijos/as.
REALIZACIÓN
DE LA ACTIVIDAD A continuación, se puede realizar como manualidad el modelo de
gafas que se adjunta en el anexo a modo de propuesta. Se colorean y decoran
según el gusto de cada niño o niña y se recortan.
descargarPosteriormente, se puede “jugar” a las gafas de mosca y de abeja señalando diferentes situaciones familiares o recurriendo a la situación que estamos viviendo actualmente: - Discusión entre hermanos o hermanas: una vez ocurrida la discusión, “vamos a ponernos las gafas de mosca” y tenemos que decir las cosas que no nos han gustado (Ej. Que me ha dicho que soy..., que me ha empujado… que me ha quitado un juguete…) Y ahora, vamos a ver esta misma situación, con las gafas de abeja (Ej. Puedo decirle tranquilo que me deje más tiempo con mi juguete y luego se lo dejo, que no me empuje porque me molesta, que me duele si me dice algo que no me gusta…). De la misma forma, se puede extrapolar a la situación de aislamiento: - ¡Vamos a ponernos las gafas de mosca y a decir cosas que no nos gustan de estar en casa sin poder salir! (se facilita que se exprese todo lo que el niño o la niña quiera). Posteriormente, se pone las gafas de abeja y se comenta todas las cosas que les gusta, que están aprendiendo, que les hace felices… de esta situación. - Finalmente, se puede hacer un dibujo de cómo ve las cosas con cada una de las gafas y ponerle un título. Así afianzarán la importancia de cambiar la mirada con respecto a las cosas. A posteriori, llegará un momento en que no hará falta tener las gafas cerca para realizar el ejercicio, sino que podremos decirle, ante una situación, que pruebe a imaginarse que se pone las gafas de abeja y que piense en las cosas que le gustan o puede aprender de lo que ha ocurrido. E incluso, les puede ayudar a que cambien una situación en la que estén enfadados o “atascados” emocionalmente si les recordamos “cariño, te estás poniendo las gafas de mosca para ver ésto y sabes que puedes usar las de abeja”.
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