El
cuento está enfocado a que sea un adulto el que se lo lea a los niños/as y,
posteriormente, se vayan realizando las actividades que va planteando el cuento
a modo de juego divertido. No tiene porqué realizarse todo seguido, sino que se
puede realizar por partes dependiendo de los periodos de atención de los
niños/as.
También
se pueden usar las diferentes partes del cuento dependiendo de cómo observemos
que están los niños y niñas. Es decir, si observamos que están más inquietos de
lo normal, se les puede plantear que vayan a la parte en la que saltan y gritan
como un gorila (pág. 22) y, posteriormente hacemos ejercicios de atención (pág.
18 o ver anexo rueda de la calma). Si observamos que nos hacen preguntas que
manifiestan que sienten inquietud o angustia, podéis centraros en el ejercicio
del baile de la mariposa que se recoge en la página 21 y que se explica con más
detalle en la actividad complementaria “Rueda de la integración emocional”. Si
comienzan a expresar miedos que no son habituales como no querer quedarse solos
o ir a algún sitio de la casa solos, podéis trabajar la parte del espacio
seguro de la página 23. Veréis que el cuento ofrece muchas posibilidades de
trabajo emocional dependiendo de las necesidades de los niños y niñas en cada
momento.
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